Hay que hablar unas cuantas cosas acerca del nacimiento de los Khara y estas han de ser tomadas por los únicos que han llegado a saber algo de ellos (los bastet). Esta antaño orgullosa tribu murió por sus gilipolleces, las cuales no son de extrañar dado su violento nacimiento.
La historia de los Khara empezó con un rey dragón que en su nacimiento fue poseído por una perdición y se convirtió en un dragón de 14 cabezas. Esta bestia aterrorizaba a humanos y animales forzándolos a vivir en cuevas hasta que un día un humano del clan de los magos y una hembra dientes de sable se encontraron en la misma cueva de la que se escondían del dragón. Al principio la idea de ambos era destruirse mutuamente, pero en los días que convivieron no solo no se destruyeron entre ellos, sino que surgió una relación de amistad (y amor zoofílico, eso se deduce más tarde). Hartos de tener que vivir con terror al dragón, ambos decidieron enfrentarse al dragón.
La lucha fue larga y dura, pero al final el dragón perdición murió. No obstante se pagó un precio y ambos valientes luchadores (el mago y la tigresa dientes de sable... también en la cama) murieron consumidos por las heridas.
La muerte de ambos héroes fue llorada tanto como celebrada la muerte del dragón perdición. Enterada Selene de la muerte de tan grandes héroes, bendijo la sangre de ambos dejando que la recientemente muerta hembra dientes de sable (Akuma) diera a luz al primer Khara, raza que selene tenía planeado que fuese su raza predilecta. No obstante, como suele suceder con el Wyrm, es un experto corruptor y en el cachorro entró la sangre del dragón.
Los Kharas crecidos no ejercían su función como protectores de Gaia y de hecho hacían unas fiestecitas consistentes en cazar a sus parentelas (si, cazar a quienes les dieron la vida y aquellos de cuyas vidas dependían). Hartos de sus gilipolleces, los humanos inventaron el fuego para espantar a los Khara, pero estos vertieron su atención a su parentela felina a la cual cazaban sin piedad (por eso el delirio en su forma chatro de los bastet hace mella tanto en humanos como en felinos). Cuando selene se enteró de la masacre maldijo a los Khara de forma doble. Por un lado les negó poder tener descendencia con su parentela habitual y por el otro mientras les quemaba la sangre, les fijo que la roca de selene, siendo como son sus lágrimas, les quemaría tanto como el fuego que tanto temen.
Fruto de esta maldición nacieron las actuales tribus bastet dado que los Khara se vieron forzados a unirse con parentela que eran otros felinos y los humanos. La extinción de los Kharas definitiva se produjo porque estos aun negándose a escribir, marcaban cráneos de dientes de sable y humanos con grifos que eran encriptados de los secretos que descubrían (para eso cazaban a ambas especies). La ironía es que esas marcas en muchos sitios son lugares sagrados celosamente custodiados por cambiantes, aunque estos no sepan que guardan tales secretos o secretos añadidos en la cultura mokolé. No obstante por las gilipolleces de los Khara, todas las tribus bastet sufrieron la misma maldición de la que adolecen los garou por sus gilipolleces en las guerras de la rabia.
En la actualidad los hijos de Gaia buscan a los Khara para tal vez lograr la resurrección de la tribu, pero dada su naturaleza, junto a los simba y bubasti (con la diferencia de que Simba y bubasti durante los eventos de la alianza Ajadi donde el simba que lideraba a los simbas en Zaire, los bubastis y demás se unieron contra el corrupto Diente Negro), los bastet realmente unidos al wyrm, lo mejor que podrían hacer es dejarlos bien extintos dado que confiar en un Khara sería como confiar en un danzante de la espiral negra
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